domingo, 15 de marzo de 2009

De la soledad del adiós...

Adiós,

Y no queda nada más que tristeza detrás de mi. Como sombra que me sigue a todas partes, como amiga non grata que en la barra de bar me acompaña tomando una cerveza a solas.

Adiós,

Un abismo ha crecido entre nosotros dos, un abismo de silencios incomodos que ladrillo a ladrillo han construido un muro invisible entre los dos.


Atrás quedan las carícias y los abrazos. Espejismos de lo que nuestra vida fué en un día lejano.

Tu piel caliente rozando la mía, fundiendonos los dos en un abrazo.

Ya pasó, ya no está. Fué un espejismo de algo que tal vez nunca ocurrió.

Pero no se puede negar, ahí está el fruto de un amor que si existió.

Ella existe y por eso, nuestro amor, un espejismo no fué.

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